Entre montañas verdes y tradiciones vivas, este pequeño pueblo de los Picos de Europa sorprende por sus casas de piedra del siglo XVIII y un mirador sobre el mar Cantábrico.
Entre montañas verdes y tradiciones vivas, este pequeño pueblo de los Picos de Europa sorprende por sus casas de piedra del siglo XVIII y un mirador sobre el mar Cantábrico.